Reganosa ha logrado su primera incursión en Oceanía tras ser seleccionada por la australiana Squadron Energy para operar y mantener las instalaciones terrestres de la nueva terminal energética de Port Kembla, en el estado de Nueva Gales del Sur, cerca de Sídney. El acuerdo, que tendrá una duración inicial de cinco años con la posibilidad de ampliarse tres más, sitúa a la multinacional española en un enclave estratégico para el suministro de gas en la costa este del país.
La instalación, considerada una de las terminales flotantes de almacenamiento y regasificación (FSRU) más avanzadas del mundo, está llamada a cubrir hasta un 70% de la demanda del mercado oriental australiano y a responder a los picos de consumo. La unidad flotante dispone de una capacidad de almacenamiento de 170.000 metros cúbicos de gas natural licuado, mientras que la terminal está preparada para regasificar hasta 130 petajulios al año, el equivalente a 3,61 bcm o 36.000 GWh.
La entrada en operación de Port Kembla se ha convertido en una pieza esencial para mitigar la escasez de gas prevista en la región y reforzar la seguridad de suministro del país. La infraestructura se conecta a la red mediante un gasoducto de 12 kilómetros y 18 pulgadas de diámetro, lo que permitirá una inyección rápida y flexible del gas al sistema.
El contrato adjudicado a Reganosa abarca la gestión integral de todos los sistemas terrestres del complejo, incluidos la estación de medida, la sala de control, los equipos auxiliares y los dispositivos vinculados al atraque y la transferencia de gas. La compañía española, con una amplia experiencia en infraestructuras energéticas en Asia y otros continentes, consolida así su posicionamiento global y su capacidad para prestar servicios en mercados con fuerte demanda tecnológica y operativa.
Para Squadron Energy, líder en energías renovables en Australia y propietaria de 2 GW en operación y construcción, la alianza representa un avance decisivo en su objetivo de configurar un sistema energético más seguro, competitivo y sostenible. La empresa destaca el papel de Port Kembla como solución inmediata para garantizar el suministro en la costa este y como plataforma para apoyar la transición energética del país.
Reganosa, por su parte, refuerza con este proyecto su estrategia de expansión internacional y su condición de operador de referencia en infraestructuras energéticas críticas. La compañía, que gestiona la terminal de GNL de Galicia y participa en Musel E-Hub, impulsa además proyectos de almacenamiento, renovables, hidrógeno verde, economía circular y eficiencia energética.
La adjudicación en Australia supone un nuevo hito para la energética española y confirma el interés global por soluciones que combinan seguridad de suministro y transición hacia modelos energéticos más sostenibles.
