La OPEP se prepara para un punto de inflexión: ¿se acerca el fin de los recortes petroleros?
La Organización de Países Exportadores de Petróleo se encuentra en un momento crucial, ya que se acerca a una reunión en junio donde decidirá si extender o levantar los límites de producción. A pesar de la mayoría de las expectativas apuntan a que mantendrán las restricciones, diversos factores podrían allanar el camino hacia una desescalada en los próximos meses.
Expertos como ANZ Research y Edoardo Campanella de Unicredit señalan la necesidad de balancear la débil demanda con la creciente producción fuera de la OPEP. Mientras tanto, instituciones como el FMI predicen un aumento en la oferta en la reunión de julio, lo que sugiere un cambio en las restricciones actuales.
En este escenario, Capital Economics estima que la OPEP podría anunciar un incremento gradual en sus cuotas en la reunión de junio para evitar tensiones internas. Aunque algunos rumores sugieren que mantendrán las medidas, la posibilidad de sorpresas no se descarta.
Nervios en La OPEP: Tensiones internas y desafíos externos.
La capacidad ociosa del grupo, en particular la de Arabia Saudí, líder de la OPEP, podría desencadenar una crisis económica si se libera en exceso al mercado. A esto se suma la presión de otros grandes productores del grupo, como Emiratos Árabes Unidos, para aumentar su capacidad de producción y competir en el mercado global.
Por otro lado, la postura de países como Irak, que ha mostrado desacuerdo con las políticas actuales de la OPEP, refleja la falta de consenso dentro del grupo. Angola también se ha sumado a las voces que piden un aumento en la oferta de petróleo, lo que evidencia las tensiones internas en la organización.
En conclusión, la OPEP se acerca a una encrucijada que definirá su futuro y el del mercado petrolero internacional. Las decisiones que tome en las próximas reuniones podrían tener un impacto significativo en los precios del crudo y en la estabilidad económica mundial.La economía saudí se resiente por los recortes de la OPEP. En 2024, Arabia Saudí enfrenta desafíos económicos significativos debido a la reducción de la oferta de petróleo. A pesar del crecimiento del PIB trimestral, la economía del Reino ha experimentado una contracción anual debido a su dependencia del petróleo. Se espera que los recortes de la OPEP limiten el crecimiento económico y afecten las proyecciones económicas del país.
Impacto en la economía saudí
Riad anticipa que los recortes de la OPEP tendrán un impacto significativo en su economía en 2024. A pesar de un crecimiento del PIB trimestral, la economía del Reino se ha contraído anualmente debido a su dependencia del petróleo. La economía se ha contraído un 4,3% en el último trimestre de 2023 y un 1,8% en el primero de 2024. Aunque los ingresos no petroleros brindan cierto alivio, la falta de recortes podría debilitar las proyecciones económicas del país.
Desafíos en la demanda de petróleo
El consumo de petróleo se ve afectado por el crecimiento económico inesperado en 2024. La Agencia Internacional de la Energía ha revisado al alza sus estimaciones de demanda de petróleo, lo que permitiría a la OPEP+ aumentar la oferta sin desequilibrar el mercado. Se espera un aumento de la producción para mantener el equilibrio entre la oferta y la demanda.
En un año de sorpresas económicas, la demanda de petróleo ha generado nuevas previsiones y desafíos para la OPEP. Las cifras actuales sugieren que una mayor producción es factible sin afectar el equilibrio del mercado. La producción adicional podría beneficiar a los países productores sin provocar una caída en los precios del petróleo.
El declive en la producción rusa
Rusia enfrenta caídas significativas en su producción de petróleo, lo que brinda oportunidades a otros miembros de la OPEP para aumentar su cuota en el mercado. Los problemas internos en Rusia, como los ataques a refinerías y las inundaciones en áreas petroleras, han contribuido a la disminución de la producción. Esta caída en la producción rusa podría beneficiar a otros productores de petróleo en el mercado mundial.
La estrategia de Ucrania de atacar las refinerías rusas ha contribuido a la disminución de la producción de petróleo en Rusia. Además, las inundaciones en regiones petroleras han afectado la capacidad de producción total del país. A pesar de estos desafíos, Rusia sigue enfrentando problemas para alcanzar sus objetivos de producción diaria de petróleo.
Aumento de la oferta fuera de la OPEP
La producción de petróleo fuera de la OPEP está experimentando un aumento significativo, lo que podría influir en las decisiones de los países productores. La competencia por el mercado petrolero internacional se intensifica con el crecimiento de la producción en otros países. Este aumento en la oferta no perteneciente a la OPEP podría afectar el equilibrio entre la oferta y la demanda de petróleo a nivel mundial.La OPEP se enfrenta a un dilema: ¿Debería sacrificar su cuota de producción total para evitar que Estados Unidos se beneficie? La producción de petróleo fuera de la OPEP está aumentando, lo que podría contrarrestar los recortes del cártel.
Un riesgo para la OPEP
Los recortes de producción de la OPEP han sido contrarrestados por un aumento significativo en la producción de países no pertenecientes al cártel, como Estados Unidos. La Agencia Internacional de la Energía indica que la demanda de crudo se verá satisfecha por un incremento de 1,6 millones de barriles diarios, principalmente provenientes de las Américas.
Proyecciones optimistas
Según analistas como Natasha Kaneva, de JPMorgan Chase, se espera que la producción de los productores no pertenecientes a la OPEP aumente en 1,8 millones de barriles diarios para el año 2025. Esta cifra casi duplica el crecimiento esperado en la demanda de crudo.
Impacto en el mercado petrolero
Si la OPEP no logra controlar la producción de petróleo de sus competidores, como Estados Unidos, podría enfrentarse a una disminución en su influencia en el mercado petrolero global. El equilibrio entre la oferta y la demanda se vería amenazado por el aumento constante en la producción de países no-OPEP.