Nuevos gravámenes a entidades financieras y energéticas en 2024: ¿justo reparto del esfuerzo fiscal?
El año 2024 trae consigo la implementación de nuevos gravámenes para sectores con grandes beneficios, como la banca y las empresas energéticas. Estos impuestos, con un primer pago en febrero y un segundo en septiembre, buscan que las empresas contribuyan más a través de un tipo mínimo del 15% para grandes multinacionales y del Impuesto de Solidaridad de las Grandes Fortunas para grandes patrimonios.
Beneficios récord de empresas energéticas en el punto de mira
Empresas como Iberdrola, con un beneficio neto de más de 4.800 millones de euros en 2023, y Repsol, con más de 3.000 millones de euros, han aumentado su dividendo en un 30%. Estos números récord han motivado la implementación de un gravamen especial para las energéticas, que impacta a los operadores principales del sector.
Funcionamiento detallado de los nuevos gravámenes
El gravamen a las empresas energéticas se aplica a los principales operadores del sector, con un porcentaje del 1,2% sobre el importe neto de la cifra de negocios anual. Por otro lado, el gravamen a entidades financieras afecta a aquellas con ingresos superiores a 800 millones de euros por comisiones e intereses a los clientes, con un porcentaje del 4,8% sobre la base imponible.
Equilibrio fiscal y alivio para las rentas medias y bajas
A pesar de la imposición de estos nuevos gravámenes, el Gobierno ha implementado medidas para aliviar la carga fiscal de las rentas medias y bajas. Se destaca la mayor rebaja de impuestos vinculados a la energía o del IVA, que ha significado un ahorro de 25.000 millones de euros para las familias. Asimismo, se ha reducido el IRPF para rentas hasta 21.000 euros y el Impuesto de Sociedades para pymes con facturación hasta un millón de euros.