Durante el año 2024, uno de los desafíos más importantes que se ha presentado es el exceso de generación de energía renovable en las horas punta del día, debido a la alta penetración de tecnologías intermitentes como la energía solar y eólica. Esta sobreproducción ha resultado en precios energéticos negativos e incluso nulos, exponiendo las limitaciones de un sistema poco adaptable y con almacenamiento insuficiente.
Esto ha generado un problema estructural que afecta la rentabilidad de las instalaciones renovables existentes y desincentiva la inversión en nuevas tecnologías. Es crucial abordar la descarbonización en las horas nocturnas, implementando tecnologías flexibles que puedan trasladar la energía generada durante el día a la noche, reduciendo así los costos.
El marco retributivo establecido en 2014 ha sido fundamental para el desarrollo de las energías renovables en España, pero necesita ser revisado y adaptado a las nuevas demandas del mercado. Por ello, el Gobierno ha iniciado una consulta pública en julio de 2024 para mejorar este sistema y corregir sus deficiencias.
La importancia de la energía termosolar
La energía termosolar ha demostrado ser una tecnología confiable y eficiente, contribuyendo significativamente a la generación de energía en España. Sin embargo, se ha visto afectada por restricciones técnicas que limitan su integración plena en el sistema. Es crucial que el marco normativo reconozca el valor que la termosolar aporta al sistema eléctrico y promueva su integración con incentivos adecuados.
Además, es necesario fomentar el despliegue de sistemas de almacenamiento avanzados, como el almacenamiento térmico con sales fundidas, para equilibrar la oferta y la demanda de energía, aprovechando los excedentes generados por el sistema. La capacidad de almacenamiento de la termosolar la convierte en una pieza fundamental para garantizar un suministro eléctrico constante en un entorno cada vez más dependiente de fuentes renovables intermitentes.
Sinergia estratégica entre la termosolar y la industria
La industria es responsable del 74% de la demanda energética global, principalmente en forma de calor, lo que genera altas emisiones de CO2. En este sentido, la energía termosolar se ha posicionado como una alternativa clave para sustituir los combustibles fósiles en procesos industriales exigentes en cuanto a calor. Su potencial de aplicación en sectores como alimentación, química, papel y textil es significativo, y ejemplos reales de su implementación en la industria ya son evidentes.
Para que la termosolar alcance su máximo potencial, es fundamental corregir las deficiencias actuales y establecer un marco regulatorio que valore su versatilidad y múltiples beneficios, desde la estabilidad del sistema eléctrico hasta la creación de empleo en áreas rurales.
Este año 2024 ha sido crucial para evidenciar la importancia de la energía termosolar y su potencial para transformar el sistema energético español hacia uno más sostenible y eficiente.