Consejero delegado de BlackRock enfrenta oposición por nombramiento de directivo de Aramco
El próximo 15 de mayo, Larry Fink, CEO de BlackRock, se enfrentará a una junta complicada debido a la fuerte oposición del fondo de pensiones de los empleados de la ciudad de Nueva York al fichaje de Amin Nasser, principal ejecutivo de Aramco.
El enfrentamiento se centra en la contratación de Nasser, ya que el fondo neoyorquino considera que va en contra del compromiso de cero emisiones de BlackRock. Este rechazo se refleja en la operación de compra de GIP, accionista de Naturgy.
El fondo de pensiones ha instado a los accionistas de BlackRock a votar en contra del nombramiento de Nasser como consejero, citando declaraciones del ejecutivo en las que aboga por una mayor inversión en petróleo. Además, hacen referencia a la preocupación expresada por expertos en derechos humanos de la ONU sobre el papel de Aramco en la lucha contra el cambio climático.
Impacto en la reconciliación de objetivos
La junta del 15 de mayo será clave para determinar la postura de BlackRock en el equilibrio entre sus objetivos financieros y medioambientales. La posición de Nueva York llama la atención sobre la necesidad de conciliar los intereses económicos con la sostenibilidad ambiental.
Repercusión en el sector energético
Este enfrentamiento refleja la creciente presión sobre las grandes empresas del sector energético para alinear sus acciones con las metas climáticas globales. La controversia en torno al nombramiento de Nasser resalta la importancia de la responsabilidad corporativa en la transición hacia una economía más sostenible.
Por tanto, la junta del 15 de mayo se presenta como un punto de inflexión en la estrategia de BlackRock y en su papel en la promoción de prácticas empresariales responsables en el sector energético.