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Repsol sigue adelante con su estrategia de desinversión de activos no esenciales. En esta ocasión, la compañía ha concretado la venta de tres participaciones no estratégicas que mantenía en oleoductos ubicados en Estados Unidos, Indonesia y Ecuador.
Una de las desinversiones realizadas por Repsol ha sido su 15% en Transasia Pipeline, una colaboración con Conoco, Sinopec y Petronas, que opera diversos oleoductos en Indonesia desde una filial en la República de Mauricio. Esta entidad controla el Oleoducto Duri (536 km) y el Oleoducto de Singapur (478 km).
Además, la empresa española ha vendido su 20% en Edwards Lime Gathering, una firma que se dedica a la recolección, compresión y tratamiento de gas natural. Asimismo, posee un oleoducto y una instalación de estabilización de petróleo en el sur de Texas, donde Repsol participaba con un 60% junto a Energy Transfer y un 20% con Statoil.
Finalmente, Repsol ha finalizado su presencia en Ecuador con la enajenación de su participación en el Oleoducto de Crudos Pesados (OCP), donde colaboraban empresas como Sinopec, China National Petroleum Corporation, Perenco y Occidental Petroleum. Esta sociedad construyó y opera un oleoducto de 485 km.
En mayo de 2023, Repsol llegó a un acuerdo para vender a la empresa argentina Pampa Energía su participación en este proyecto; sin embargo, la disolución del parlamento ha retrasado la conclusión de esta operación.
Nueva adquisición de Pampa Energía
Tras esta adquisición, la compañía argentina obtiene un 60% de participación en esta infraestructura, siendo la única red privada de oleoductos en el país, con una capacidad total de transporte de 450.000 barriles diarios.
Solicitud de ampliación de contrato
Por otra parte, Pampa Energía ha solicitado al Estado ecuatoriano una ampliación en el contrato del Oleoducto de Crudos Pesados (OCP). Dicha concesión estaba programada para finalizar en el año 2023, tras 20 años de operación.
Esta solicitud de extensión permitiría a la firma argentina realizar inversiones significativas para mejorar el rendimiento del oleoducto, que enfrentó algunos problemas a principios de 2023.
La nueva estrategia de Repsol